Desde Vicente Albertí hasta hoy, la historia.
La historia de este lugar es singular. Comienza con Vicente Albertí Vidal, cuyos orígenes familiares en Menorca remontan al siglo XVI. Vicente Diego Albertí Mercadal, tatarabuelo de nuestro protagonista, fue nombrado caballero y ennoblecido en 1711. El escudo de armas sigue dominando el balcón de la fachada del hotel. Le seguirán generaciones de ilustres notables de la isla, médicos, políticos y militares. Vicente Albertí Vidal era un hombre de letras y hablaba varias lenguas clásicas y modernas. Fue la referencia en Menorca en el siglo XVIII y elevó la lengua menorquina a la categoría de lengua literaria.
La obra de Vicente Albertí es muy significativa no por sus obras originales, que en la época prerromántica no gozaban de especial importancia, sino por sus adaptaciones y traducciones de obras de autores europeos del siglo XVIII como Goldoni, Metastasio o Molière. Por encima de todo, Albertí consideraba que el teatro era un vector esencial de cultura y refinamiento. Contribuyó de forma importante a la europeización de la sociedad en la época de la Ilustración de Mahón.
Hacia el año 2000, Can Albertí pasó a manos de un grupo de amigos que compartían diferentes disciplinas artísticas: fotografía, diseño, arquitectura y que transformaron la Can Albertí en una casa de huéspedes, abriendo sus puertas al público. En cierto modo, seguían el legado de nuestro protagonista Albertí.
Desde 2016, bajo el impulso de sus nuevos propietarios muy abiertos al mundo artístico y cultural, esta residencia ha sido restaurada en su totalidad respetando meticulosamente su espíritu que la hace tan única.
Nuestra vocación: perpetuar la tradición
Fieles al espíritu de Vicente Albertí Vidal y de los numerosos artistas y hombres de letras que han permanecido o trabajado en esta singular residencia, queremos perpetuar la tradición de un espacio abierto al mundo artístico organizando, con el apoyo de galerías, exposiciones de arte moderno y contemporáneo.