Pasear por cualquier rincón de Menorca, y por supuesto, por el centro de Mahón es un auténtico viaje en el tiempo. Repleta de elegantes palacetes y majestuosas casas que datan de los siglos XVIII y XIX.
Es fácil imaginarse los carruajes paseando por las estrechas calles céntricas, los bailes y reuniones sociales de la alta sociedad en los impresionantes salones, e incluso las tertulias y debates en los cafés de época. Testigo de este tiempo, la familia Albertí, dueña durante generaciones del edificio que hoy alberga el Can Alberti 1740 Boutique Hotel nos sirve de hilo conductor de la historia para entender ese tiempo, en el cual Menorca sufrió tiempos convulsos, de mucho cambio, pero que forjaron el carácter y la identidad de lo que es hoy la sociedad y la cultura menorquina. Si bien hay vestigios del nombre Albertí en escritos del tiempo de la reconquista de Menorca sobre los árabes en el siglo XIII, no es hasta el comienzo del Siglo XVIII cuando hay referencias del linaje correspondiente al edificio que nos atañe. Nombrado caballero el 11 de mayo de 1711, podemos considerar a Vicente Diego Albertí Mercadal el primer patriarca de la línea de sucesión ligada directamente al edificio que hoy alberga Can Alberti 1740 Boutique Hotel y que luce dicho blasón nobiliario orgulloso en la fachada, como conmemoración de tan importante evento. Fallecido en 1713, fue el primero de una larga lista de sucesores entre los que destacaron políticos, militares e intelectuales. El primogénito, José Albertí Carreras fue quien impulsó la construcción del edificio en la calle Isabel II, 9 de Mahón antes calle XX, quien pudo ver la finalización de la construcción de la misma, ya que falleció en 1745. Su bisnieto es la figura más importante y de la que más registros se conservan: Vicente Albertí Vidal. Nacido en 1786, fue un hombre de letras hasta el final de sus días. Dominaba 5 lenguas: catalán, español, inglés, francés e italiano; además de 2 lenguas muertas como son el latín y el griego clásicos.
Su mayor legado son las traducciones realizadas, especialmente al catalán, de obras de grandes autores de la ilustración del siglo XVIII como Goldoni, Metastasio, Molière, Beaumarchais, Rodríguez Arellano y Fernández Moratín, entre otros. A su fallecimiento en 1856, gracias a su hermano José Albertí Vidal, entre otras personas, se realizó una importante donación de sus manuscritos a la Real Academia Española de las letras, donde permanecen a día de hoy.
Pese a fallecer sin descendencia, el legado de los Albertí siguió durante generaciones en la casa familiar sita en la Calle Isabel II, 9 de Mahón, con personajes destacados como su sobrino-nieto Juan Orfila y Pons, Diputado en las cortes nacionales y Conseller provincial por Menorca, entre otros.
El edificio fue propiedad de la familia Albertí hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando se separó en diferentes partes.
Reunificada la mayor parte de la fachada original, Can Albertí 1740 Boutique Hotel es a día de hoy un hotel boutique situado en el centro de Mahón, donde se respira el aire tradicional que impregnó Menorca en otro tiempo, pero con un renovado espíritu renovado donde el arte y la hospitalidad se dan la mano.